Declarada Parque Natural en el 2002, la extensa Sierra de Mariola reparte su superficie entre las provincias de Alicante y Valencia.
Una de sus principales cualidades, es la existencia de abundantes afloramientos de agua; la mayoría de ellos de escaso caudal, pero muy importantes para facilitar los asentamientos humanos desde tiempos prehistóricos, gracias a la frondosa vegetación y la abundancia de caza que generan. Posteriormente, la gran cantidad de recursos propició la aparición de múltiples formas de subsistencia, desde cazadores y leñadores o carboneros, pasando por agricultores y pastores, hasta els nevaters (personas encargadas de recoger y acumular la nieve en las cavas situadas principalmente en la parte Nor-Oriental de la sierra y luego repartirla por las comarcas colindantes en forma de hielo).
Muestra de este esplendor es la cantidad de masías existentes, normalmente unifamiliares y la mayoría aún habitadas, capaces de subsistir en perfecta armonía con la naturaleza, gracias a una ganadería sostenible y la agricultura de secano.
Pero sin duda, el afloramiento de agua más importante es el que da lugar al nacimiento del Rio Vinalopó, en la parte más Occidental de la sierra, en término municipal de Bocairent (Valencia), pero muy cerca de Banyeres de Mariola (Alicante).
Otra de sus particularidades es la enorme cantidad y variedad de plantas que la pueblan, en especial aquellas con propiedades medicinales y aromáticas, muy buscadas y utilizadas desde tiempos inmemoriales. En lo referente a la vegetación, decir que algunas zonas, como La Reptana al Sur-Oeste, están bastante degradadas por la acción de los incendios forestales. En cambio, parte de la cara Este, gran parte de la Nor-Este y el recorrido por esta ruta, se encuentran zonas con magníficos bosques mediterráneos.
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Mapa ruta nº 94 Barranc del Cint
Descripción de la ruta
En la carretera que sube desde Alcoi hacia el Preventori de Mariola, tras una curva cerrada a la izquierda, se encuentra a la derecha una explanada, donde se puede dejar el coche y empieza la senda que se adentra en el Barranc del Cint.
A la derecha se encuentran las ruinas de una antigua fábrica de tejas y ladrillos llamada El Teular del Llonganiser, construida en este lugar para aprovechar parte del caudal del riachuelo que discurre por el barranco, ahora escaso o nulo, pero importante en épocas de bastantes lluvias.
La senda alcanza el fondo del barranco y a continuación sube empedrada por la ladera de la izquierda. Ya aparecen al frente las impresionantes paredes que aparentan torreones defensivos de más de 100 metros de altura a ambos lados.
En esta curva, el barranco se cierra al máximo entre paredes verticales, formando una estrecha garganta con una base también rocosa. A partir de aquí empieza a abrirse sobre unas paredes con más de 250 metros de desnivel.
Se continúa circulando sobre una senda empedrada a medida que las paredes de la base van perdiendo verticalidad y sobre el fondo se observa la densa vegetación, que suele acompañar el cauce de un arroyo, pero que aquí es absorbido por el fondo del barranco antes de llegar a la garganta, excepto en épocas de abundantes lluvias o de deshielo. Más adelante se pasa junto al Mas del Potro, vivienda situada a pocos metros sobre el nivel del riachuelo.
Las laderas se cubren de un magnífico bosque de pinos y tras dejar a la derecha la Font de la Teula, se llega a una bifurcación por la que luego se cerrará la ruta bajando por la izquierda; más adelante la senda termina en una caseta donde se encuentra un pozo del Ayuntamiento de Alcoi, para la captación de agua para el consumo humano.
A partir del pozo, se circula primero por el camino de acceso y luego por una carretera que lleva hacia les Casetes de Vilaplana. Como se ve en un cartel informativo en el punto de inicio, esta ruta coincide, de momento, con la GR-7, con la PR-V 57 y con la PR-V 160.
Cuando se alcanzan les Casetes de Vilaplana, hay que seguir hacia la derecha por un camino de tierra. Existe otra opción que es continuar unos metros por la carretera y a la derecha se encuentra una senda, con unas marcas blancas y amarillas, que más adelante confluyen con esta ruta, pero esquivando el Mas dels Capellans.
Cuando se alcanzan las casas del Mas dels Capellans, la GR- 7 continua hacia la derecha. Esta ruta continúa por la izquierda, uniéndose nuevamente un poco más adelante con la PR-V 57.
Bajando hacia el Barranc del Bou, se distingue sobre la otra ladera, desprovista de pinos, la marca de la senda sobre la vegetación.
La senda vuelve a entrar en una zona cubierta de pinos y termina en esta pista forestal, por la que se continúa hasta alcanzar un punto en el que se encuentra a la izquierda el acceso a otra pista forestal que lleva hacia la Casa el Serafín, abandonando aquí la PR-V 57.
Este camino se adentra en un magnífico paraje, rodeados de una vegetación muy variada, no tan solo de pinos, sino que también se encuentran otros muchos tipos de árboles y arbustos, sobre todo carrascas.
Llegando a la Casa de Mariola se encuentran unos amplios bancales cultivados y al fondo, sobre la montaña, se distinguen los restos del Castell de Mariola.
Unos metros antes de alcanzar estos prados frente a la gran Casa de Mariola, se vuelve a coincidir con el recorrido de la PR-V 57.
El camino serpentea por entre los campos de cereal, verdes en esta época del año, en dirección a la Font de Mariola.
La Font de Mariola se encuentra enclavada en la comarca de La Vall d’Albaida, en provincia de Valencia. Se trata de un área recreativa donde se encuentran una serie de mesas de madera a la sombra de unos enormes nogales, rodeado por unas extensas praderas verdes y por supuesto, el caño de la fuente de donde brota un pequeño caudal de agua que se precipita a una pileta y que luego discurre por una canaleta de piedra hasta una balsa.
Ahora desde la Font de Mariola hay dos opciones para realizar el regreso al punto de partida. El más sencillo es seguir las marcas del PR-V 57 y retroceder hacia la Casa de Mariola por el camino ya andado. En esta ruta, se transita por otra posible variación del camino de vuelta, más complicada, ya que al no haber marcas y existir infinidad de caminos que se cruzan, hay que ir muy atentos a las indicaciones del mapa. El primer paso es bajar hasta la carretera y continuar hacia la izquierda.
A poco más de 500 metros, se encuentra a la izquierda esta entrada a un camino de tierra poco visible, por el que se continúa. El camino termina y se sigue al frente por una senda también muy poco marcada.
La senda llega hasta este camino que bordea otro gran campo de cereal. Hay que continuar hacia la izquierda, empezando un tramo realmente complicado en esta ruta, sobre todo si no se tiene experiencia en orientación sobre mapa.
En esta parte de la Sierra de Mariola se encuentran un auténtico laberinto de caminos que corren en todas direcciones, por lo que las indicaciones aquí escritas valen de poco y lo que hay que hacer es seguir el mapa con mucho detenimiento para no perderse.
Finalmente se vuelve a coincidir con la PR-V 57 al alcanzar la senda balizada con marcas amarillas y blancas que se ve la primera imagen y que cruza por entre unos extensos campos y junto a un viejo pozo.
Ya está a la vista el grupo de casas que forman el Caserío Mariola.
Tras cruzar los bancales, se continúa por un camino de tierra que llega junto a un transformador y sale a una carretera asfaltada.
Se desciende tranquilamente por esta carretera, que no tiene apenas tráfico, dejando a la izquierda, en lo alto y rodeado de pinos, el Mas del Garrofer.
Hacia la derecha se encuentra otra gran extensión de campos de cereal escalonados y se puede ver que están trabajados, como todos los demás que se han cruzado de esta ruta.
Cuando la carretera gira hacia la derecha, al toparse con la Serra de les Pedreres, a la izquierda se encuentra un camino de acceso con la indicación “Masía – Garrofero”. Siguiendo este camino se regresa nuevamente a la bifurcación antes comentada y se continúa el retorno por el Barranc del Cint.
Se vuelve a pasar junto a la Font de la Teula, situada frente al gran monolito que se ve en la primera imagen. El pequeño chorro de la fuente une su agua al caudal que baja por el barranco.
Un variado arbolado de ribera cubre el fondo del barranco en la zona donde se ubica el Mas del Potro.
Se vuelven a disfrutar de las magníficas imágenes que proporcionan la vegetación y la increíble orografía de este auténtico desfiladero.
Es fácil observar en el cielo, entre los acantilados de las dos caras del barranco, el majestuoso vuelo de los buitres que habitan en esta sierra y que descansan y anidan en las inaccesibles paredes de este lugar.
Ruta realizada el 20/04/2010
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