Denia: Los Orígenes
Los orígenes de Denia se remontan a la cultura íbera, pues es en esta época cuando se coloca el “primer ladrillo” de la riqueza histórica de este municipio alicantino que crece a los pies de un monumento de roca como es el monte Montgó (753 metros).
Dicha localidad atesora las huellas de íberos, romanos, visigodos y musulmanes. Todas estas civilizaciones desplegaron parte de su grandeza en Denia y, hoy, admirar estas construcciones o sus restos arqueológicos conforma uno de los placeres del visitante.
Así, en las laderas del Montgó, los arqueólogos se han topado con asentamientos como laPunta de Benimaquia, que data del siglo IV a.C. o el Pico del Águila, cuyos orígenes se sitúan en el siglo IV a I a. C.
Pero la fundación de la ciudad se atribuye a los griegos, pues ellos levantaron una pequeña colonia bautizada como Hemeroskopeion.
Los Romanos en Denia
El pueblo romano también se interesó por la futura urbe, debido a su privilegiado enclave en el Mediterráneo, y, por eso, no dudó en conquistarla.
Una vez en el haber del Imperio, la bautizaron como Dianium. Sin embargo, la ciudad pagó su rebeldía y resistencia a integrarse en Roma con el establecimiento de una serie de tributos, los estipendios.
Pero a pesar de la imposición de estos cánones, la urbe alcanzó gran apogeo durante este período debido a la relevancia que adquirió su puerto, que fue empleado por los romanos tanto para fines comerciales como militares.
Época Árabe
Tampoco los musulmanes fueron ajenos al encanto estratégico de la metrópoli, puesto que se la anexionaron en el año 713 y tres siglos más tarde se transformó en un poderoso reino taifa. Sus dominios abarcaban las tierras conocidas actualmente como la comarca de la Marina Alta, así como Alicante, parte de Murcia, y las Islas Baleares.
La estampa de la villa durante la dominación árabe, según relataba el geógrafo de la época Al Idrisi, corresponde al de una “hermosa ciudad bien poblada, ceñida de murallas que, del lado de Oriente, han sido prolongadas hasta el mar con mucha inteligencia y arte”.
De aquella urbe descrita por Al Idrisi perviven las murallas, el Portal de la Vila (con una doble puerta de medio arco apuntado) y la torre del cuerpo de guardia.
Tras la Reconquista
La ciudad dianense afianzó su esplendor con el período de la reconquista cristiana, pues la erigieron como cabeza del marquesado de Denia, pero el transcurso de los años deparó algunas sorpresas a los prósperos habitantes, ya que durante la trifulca por la sucesión al trono sostenida entre Felipe V y el archiduque Carlos, Denia apostó por este último y como represalia fue arrasada por los partidarios de Felipe V.
Se destruyeron infinidad de edificios, se abolieron sus fueros, se demolió la villa vieja y se humillaba constantemente a sus ciudadanos.
Del XIX hasta hoy
Tras este negro capítulo, Denia fue, paulatinamente, recuperándose y en el siglo XIX ya despuntaba como una de las urbes más boyantes de España gracias al comercio de la pasa.
Nunca un fruto tan diminuto hizo tanto por una ciudad: los agricultores roturaron nuevas tierras para acoger los viñedos, el espacio rural se colmó de hermosas villas, y la población creció espectacularmente.
La renovada metrópoli, cosmopolita y con una burguesía importante, modificó su entramado urbano y se desbordó de agentes y representantes comerciales que no querían perder ni ripio de un puerto tan atareado y floreciente como el de Denia. La llegada del siglo XX supuso un cambio en la economía de la ciudad que abandonó el comercio de la pasa, llenó sus campos de naranjos y emprendió una industria juguetera.
En la actualidad, Denia embelesa al visitante por su clima y paisaje, además de un turismo en el que una apasionante historia impregna la arena de sus playas.
ORIGEN DEL ARTICULO: http://www.denia.info/breve-historia-de-denia/
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