Las pinturas rupestres de la Sarga, situadas en Alcoy (Alicante) fueron descubiertas en 1951 en unos abrigos rocosos del Barranc de la Cova Foradada, próximo al caserío de La Sarga y en los que, como veremos con mayor detalle más adelante, se representan tres de los horizontes artísticos prehistóricos de la fachada oriental de la Península Ibérica – Arte Macroesquemático, Arte Levantino y Arte Esquemático, claramente diferenciados por su color, tipo de ejecución y temática. La Sarga es, sin duda, un santuario, y la ausencia de restos arqueológicos, demuestra que nunca fue utilizado como vivienda y en sus paredes varias generaciones de agricultores y ganaderos dejaron testimonios de sus creencias, que cambian de imágenes a medida que se transforman sus bases económicas y sociales. Las pinturas fueron declaradas por la Asamblea General de la Unesco Patrimonio de la Humanidad el 19 de diciembre de 1998. En dicha declaración se incluyeron la totalidad de las manifestaciones de arte rupestre prehistórico del arco mediterráneo de la Península Ibérica. Esta declaración fue favorable a la Sarga al considerar que se trataba de un yacimiento de excepción. También están declaradas Bien de Interés Cultural (BIC) dentro de la categoría de zonas arqueológicas por la Comunidad valenciana desde 2015. Sobre la historia de su protección y estudio recomiendo el artículo de Mauro Hernández y Josep Maria Segura “40 años de Patrimonio Mundial. La Sarga (Alcoi, Alicante) como paradigma” y que puede consultarse aquí y que ha sido el principal documento para realizar este post, junto con los que aparecen referenciados al final. Para el pie de las fotos se han utilizado dos fuentes documentales: “La Sarga (Alcoy, Alicante). Catálogo de pinturas y horizontes artísticos” (2002) de Mauro S. Hernández Pérez – Pere Ferrer i Marset – Enrique Catalá correspondiente al capítulo 3 de “La Sarga. Arte rupestre y territorio” Mauro S. Hernández Pérez – Josep M. Segura Martí (Coordinadores) que puede consultarse aquí y “La Sarga (Alcoi, Alicante). Nuevas imágenes, nuevas interpretaciones” (2007) de Hernández Pérez, M., Ferrer Marset, P y Catalá Ferrer, E. en Recerques del Museu d’Alcoi Núm. 16, p. 35-60 que puede consultarse aquí.
Cuando hablamos de arte “pictórico” prehistórico en la zona del levante podemos hablar de tres diferentes: El arte macroesquemático, el arte levantino y el arte esquemático. Las pinturas de La Sarga son el conjunto de arte rupestre más completo de la provincia de Alicante y de los más interesantes que se conservan en España, ya que podemos observar representación de los tres tipos de pinturas en el abrigo del que vamos a hablar. Estas se encuentran en los abrigos denominados I, II y III en los que se han localizado hasta un total de 21 paneles en los que se han contabilizado 146 motivos pintados pertenecientes a los tres estilos pictóricos.
El arte macro esquemático es, hasta el momento, exclusivo de la provincia de Alicante y dentro de esta del territorio delimitado por el mar y por las sierras de Aitana, Benicadell y Mariola. Se caracteriza por motivos grandes que son realizados utilizando pinturas de color rojo oscuro de aspecto pastoso y por eso los trazos son gruesos y a veces irregulares, siendo su significado simbólico y plasmación esquemática.
En la Sarga encontramos Arte Macroesquemático en los tres abrigos, pudiendo identificar figuras humanas y motivos serpentiformes presentes en otros yacimientos, así como diferentes motivos geométricos exclusivos del yacimiento alcoyano.
En el Abrigo I los motivos macroesquemáticos ocupan un amplio espacio, localizándose la pintura del orante en un extremo. Esta figura humanoide está representada con los brazos alzados y con las manos abiertas con indicación de los dedos. La cabeza es un simple ovoide y las piernas también se doblan hacia arriba, lo que se identifica como una figura femenina. Esta interpretación estaría reforzada por la presencia de un motivo de tendencia oval con una barra en su interior que recuerda a las representaciones de vulvas en otras manifestaciones artísticas.
En el abrigo II, localizados en la parte central y más visible, aparece representada otra figura humana con los cuernos de un toro. También pertenecen a este mismo estilo artístico una serie de motivos geométricos de trazo sinuosos serpentiformes, unos de desarrollo vertical y otros de desarrollo horizontal, que están rematados en los extremos con pequeñas prolongaciones a manera de dedos y otros motivos que podrían corresponder a reinterpretaciones de la figura humana, una de las cuales podría portar un posible arco.
Sobre la época de su realización, en la actualidad no hay duda que estas pinturas macroesquemáticas están asociadas a los primeros agricultores y ganadero del Neolítico Antiguo (hace 7.000 años), como revela la relación con la imagen de la figura realizada con impresiones cardiales (elaboradas con pechinas o conchas) en un vaso de la cueva de l´Or, a Beniarres (conservado en el Museu Arquelògic d´Alcoi). Se trata de la representación de una figura femenina en posición de orante.
Arte levantino
El arte levantino se distingue por su naturalismo, su disposición a menudo en escenas y su minuciosidad, conseguida a partir de trazos finos y precisos. Cuando representa seres humanos nos permite apreciar rasgos de ornamento y vestimentas. Se extiende desde Huesca a Almería por todo el arco mediterráneo.
En la Sarga el Arte Levantino se encuentra excepcionalmente representado pero con una distribución desigual en cada uno de los tres abrigos. En el Abrigo I se extiende por toda la superficie pintada, en el Abrigo II se localiza en los extremos y en el Abrigo III no se ha constatado su presencia, aunque el deterioro de sus paredes no permita afirmarlo con rotundidad. Si nos fijamos con más detalle en las representaciones de este arte en los diferentes abrigos, podremos ver en el Abrigo I las representaciones de ciervos, que se encuentran entre las mejores imágenes de estos animales en el Arte Levantino. Heridos por flechas clavadas en diversas partes del cuerpo, de sus heridas y boca gotea la sangre y a pesar de ello reflejan una gran vitalidad.
En el extremo derecho de este abrigo se localizan siete figuras humanas, de las que, al menos cuatro portan arco y flechas. Otros dos arqueros, muy deteriorados, parecen acosar a uno de los ciervos. Hay que hacer notar que los ciervos de este Abrigo I se pintan sobre los motivos macroesquemáticos, lo que demostraría una mayor antigüedad de las pinturas macroesquemáticas que las de arte levantino y nos permitiría hablar sobre la época de su realización en el Neolítico.
También destacan en este mismo abrigo por su excepcionalidad la escena de vareo de dos árboles, aunque también ha sido identificada como cazadores que, sorprendidos por una tormenta, rinden culto a los dioses que vivían en los árboles (Jordán y Molina: 1997-1998, 59) o aquella otra que interpreta la copa de los árboles como nubes, los frutos caídos como pedrisco y el palo del vareo como chispas eléctricas (Mesado, 1989, 129). Si seguimos analizando las figuras humanas, podemos ver una muy interesante figura de un arquero que porta una pulsera que tras analizarse permitió corroborar la cronología neolítica para estas pinturas (Fortea y Aura, 1987).
Análisis similar se hizo con la pulsera doble (o dos pulseras) que se observan que porta otro arquero del mismo panel. Ya en el abrigo II se puede observar la imagen de otro árbol, posiblemente un pino, así como un conjunto de cápridos, una escena de enfrentamiento humano y de otra que se ha interpretado, por su tamaño y posición, como una escena familiar o de enseñanza (Hernández, Ferrer y Catalá, 2007). En este mismo abrigo, pero en el extremo contrario podemos observar una escena de caza de ciervos y un conjunto de ocho pequeños motivos que han sido interpretados como representaciones de fechas, huellas de animales o setas (Galiana, 1985; Hernández, Ferrer y Catalá, 2002: 98).
Detrás de las nalgas se marcan dos largos trazos paralelos e inclinados hacia abajo, a modo de adornos. La figura humana situada más a la izquierda está sentada y mirando hacia la izquierda, con cabeza voluminosa de tendencia cuadrada con lados curvos con dos largos a modo de plumas, hombros indicados, delgado tronco inclinado hacia atrás, nalgas marcadas y piernas unidas en grueso trazo inclinado hacia arriba, en cuyo extremo superior se apoyan los dos brazos, extendidos y paralelos. Tres finos y apenas perceptibles trazos perpendiculares a las nalgas.
El arte Esquemático aparece en toda la Península, y se distingue por representaciones humanas y animales reducidas a sus líneas básicas.
En la Sarga el Arte Esquemático se distribuye por los abrigos II y III, no apareciendo en el abrigo I. Sus imágenes son siempre aisladas y parecen no constituir escenas, adoptando las tradicionales formas y convencionalismo de esta manifestación artística, situándose su origen en los momentos iniciales del Neolítico regional (Hernández, 2006 y 2008). El registro se compone de figuras humanas, animales y motivos geométricos entre los que destaca un extraordinario ramiforme y una barra vertical con engrosamiento circular en sus dos extremos.
Sobre la época de su realización, se considera que la práctica totalidad de estos motivos esquemáticos por el tipo de trazo y color se encuentran próximos a los macroesquemáticos por lo que data que su realización se produjo en el Neolítico antiguo, cuando el Arte Macroesquemático, acababa de perder su vigencia.
La abundancia y diversidad de sus pinturas, la propia ubicación del conjunto, con un amplio dominio visual sobre el entorno, y la organizada distribución espacial de sus imágenes convierten a La Sarga en uno de los mejores referentes del Arte Neolítico, ya que no existen argumentos para remontar su origen a momentos mesolíticos (período de la prehistoria que sirve de transición entre el Paleolítico y el Neolítico) ni tampoco para alcanzar la Edad del Cobre.
Para ver las pinturas rupestres de la Sarga hemos de ir al municipio de Alcoy en Alicante. El barranco donde se ubican los abrigos que contienen las pinturas se encuentran a nueve kilómetros de Alcoy, cercano al pequeño caserío de La Sarga, que da nombre a las pinturas, en el barranco denominado de la Cova Foradada.
Para llegar al caserío, si venimos desde Alicante hacia Alcoy por la autovía A-7, hemos de salirnos de esta por la salida 46 (salida de Xixona) y dirigirnos por la N-340 dirección Xixona durante 800 metros (a la altura del kilómetro 785) tomar el desvío que llega al caserío y que corresponde a la CV-786.
Una vez alcanzado el caserío, seguimos por el camino asfaltado que gira a la izquierda y asciende entre bancales de almendros hasta llegar a una masía abandonada conocida como el Mas de la Cova que se encuentra justo donde la subida acaba. Este es el lugar ideal para dejar el coche. Desde la Mas de la Cova se ven los abrigos que tienen las pinturas rupestres hacia el Este, en la parte alta del barranco.
Visita a las pinturas rupestres de La Sarga (Alcoy)
Posted by jorgeh0@hotmail.com noviembre 22, 2015 No Comments
Origen del articulo: http://lacantimploraverde.es/visita-a-las-pinturas-rupestres-de-la-sarga-alcoy/
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