La Vall de Gallinera me ha calado muy hondo. El pasado mes de mayo descubrí la Serra Foradà, en pleno estallido primaveral. Después visité El Miserat, recorrido que tengo pendiente publicar. La Ruta dels 8 pobles es mi tercera visita en lo que va de año. Seguro que no será la última.
Lo fácil sería ser egoísta. Podría guardarme el tesoro de Gallinera “para mi solo”… pero no sería justo. Me siento en la obligación de compartirlo. Para que podáis disfrutarlo como yo. Para que todos juntos podamos ayudar a protegerlo.
La Ruta dels 8 pobles es un paseo por la Gallinera más amable, más humana, más tradicional. Un recorrido de 16 kilómetros a lo largo de este estrecho valle. Empezando en Benirrama, pasando por Benialí, Benissivà, Benitaia, La Carroja, Llombai y Alpatró, y terminando en Benissili. 8 pueblos, y muchas historias que contar al caminante.
Y aquí tengo que citar a Cavanilles (fragmente extraído de la web de Juanjo Ortolà):
“El Valle de Gallinera tiene como una legua de oriente á poniente entre los términos de la Adzuvia y Planes, y apénas un quarto de norte á sur entre los de Villalonga y Alcalá de la Jovada. Su suelo es desigual y abarrancado, pero tan poblado de lugarcillos, tan bien plantado de árboles y aprovechado, que su vista deleyta ahora se exâmine por partes, ahora se observe desde las alturas.”
Uno de los mayores alicientes del trayecto lo constituyen las incontables fuentes y lavadoresque encontramos a lo largo del mismo. Este ha sido el aspecto en el que he centrado mis fotografías. Aunque tengo que decir que en esta ocasión la prioridad era caminar, disfrutar de cada paso, de cada rincón.
La Ruta dels 8 pobles nos conduce desde la Font de la Mata de Benirrama, hasta su homónima en Benissili. En mi caso, dejé el coche en Benirrama, y como sabía que iba a ir algo justo de tiempo, empecé el recorrido desde allí, sin volver atrás hasta la primera fuente de la ruta.
Así pues, empezamos el recorrido en Benirrama, el más cercano al mar de los 8 pueblos del valle. Salimos del pueblo por un camino asfaltado, que será la constante de esta ruta, siempre entre bancales de cerezos. El día ha amanecido nublado, perfecto para caminar y soportar mejor los rigores del mes de julio. Los pequeños oasis que iremos encontrando a nuestro paso permiten que este suave recorrido, casi un paseo, se pueda hacer en verano.
La primera fuente que encontramos es la Font d’Alcúdia, próxima al despoblado del mismo nombre. Junto a ella, recibe sus aguas una pequeña balsa repleta de vida.
Poco después, un suave descenso nos conduce hasta la carretera, que cruzamos, antes de seguir hacia el siguiente pueblo: Benialí, la capital de Gallinera, pues es allí donde se establece su Ayuntamiento.
La Ruta de los 8 pueblos está señalizada en todo momento. En cada núcleo urbano encontramos un panel informativo, así como postes indicadores cada cierto tiempo. Sin embargo en algunos puntos concretos podemos desorientarnos. Lo mejor será preguntar en caso de duda.
En Benialí vamos a visitar su lavador y fuente anexa. Tengo que advertiros: cuidado al acercaros a la fuente, el tramo de acera junto a ella es muy resbaladizo. Lo sé por experiencia, me di un buen batacazo…
Estas antiguas fuentes y lavadores me parecen totalmente cautivadores. Hoy en día, con agua corriente en todas las casas, pueden parecernos mera decoración. Pero imaginemos por un momento la importancia que debieron tener hace sólo unos años. Sin duda eran punto de encuentro en los pueblos, un lugar donde rendir tributo al agua, la preciada agua. Y eso a pesar de que Gallinera puede presumir de ser uno de los valles con mayor abundancia de líquido elemento de Alicante.
Dejamos atrás Benialí, y en apenas un kilómetro llegamos a Benissivà y Benitaia. Los “pueblos gemelos”, el de arriba y el de abajo, separados apenas por la carretera y unas escaleras. Aquí podríamos iniciar el recorrido de subida a la Penya Foradà, de la que os hablé en artículos anteriores.
A la salida de Benissivà encontramos su lavador. Actualmente se está reconstruyendo (a mi entender, con bastante mal gusto, lamento decirlo).
Junto al lavador, la correspondiente fuente de aguas frescas y cristalinas. Un reconfortante placer para el caminante.
Por hoy, lo dejamos aquí. En el siguiente artículo terminaremos la ruta, recorriendo desde La Carroja hasta Benissili. Aprovecho para invitaros a formar parte del grupo Amics de la Vall de Gallinera en facebook.
Tras un pequeño descanso, continuamos descubriendo la Vall de Gallinera con la Ruta dels 8 Pobles. Os recuerdo que se trata de una ruta lineal de unos 16 kilómetros, que nos llevará a conocer los 8 pequeños pueblos repartidos en el seno de este alargado valle del interior de laMarina Alta.
Foto inferior: Benissili, el último pueblo de la ruta.
Después de cruzar Benirrama, Benialí, Benissivà y Benitaia en la primera parte de la ruta, llegamos ahora al quinto pueblo: La Carroja.
Personalmente, este pueblo fue uno de los que más me gustó. Como en muchos otros de origen morisco, destaca la ornamentación con flores y plantas en la puerta de las casas, balcones y ventanas. Estoy seguro de que los patios interiores también serán fantásticos, una pena no haber podido visitar ninguno.
En la Carroja, visitamos la Font de Baix, antes de continuar el recorrido camino del siguiente pueblo: Alpatró.
La balsa contigua a la Font de Baix.
Después de salir de La Carroja, la ruta se aleja del asfalto. Tomamos una senda que asciende entre bancales de cerezos. Nos acercamos a las faldas de la Serra Foradà. Este tramo del recorrido es el menos ‘urbano’ de toda la ruta, y nos permitirá disfrutar de la Gallinera más salvaje.
En esta parte de la ruta visitamos dos fuentes: la Font d’En Pere y la Font de l’Orenga. Desgraciadamente, yo me salté la primera de ellas, por lo que os muestro a continuación la Font de l’Orenga. Sin duda se trata de una de las fuentes más ‘salvajes’ del recorrido.
Después de pasar junto a la Font de l’Orenga, el sendero vuelve a descender en busca de la carretera principal, alcanzándola junto a la siguiente fuente: La Font Vella d’Alpatró, que os muestro en la siguiente foto:
Junto a la fuente, el lavador. A juzgar por las dimensiones, debió de ser de los más importantes del valle (de hecho, Alpatró es el mayor de los 8 pueblos a día de hoy).
Y llegamos a Alpatró, el sexto pueblo de la ruta, y uno de mis favoritos…
Nos refrescamos en la Font d’Alpatró, en la plaza del pueblo, junto a la iglesia.
Y a la salida del mismo, visitamos su lavador. Aunque actualmente está siendo reconstruido (con no demasiado buen gusto, a mi entender), me encuentro allí a un par de personas que están lavando los zapatos y alfombras. Un testimonio de tiempos pasados, en los que estos lavadores reunían a buena parte de las mujeres del pueblo.
Dejamos Alpatró en dirección al siguiente pueblo: Llombai. Este tramo de la ruta, hasta Benissili, discurre por una carretera asfaltada.
A la entrada de Llombai, que en la actualidad se encuentra deshabitado, podemos ver la antigua almazara. Al final del pueblo, que consta de una sola calle, se encuentra la fuente de tres caños y el lavador. Allí me llevo una sorpresa un tanto desagradable: un matrimonio lava su coche junto a la fuente. Sin comentarios.
Tanto la fuente como el lavador han sido remodelados recientemente, para mi gusto perdiendo parte de su encanto. Tengamos cuidado con estas reconstrucciones, hay un patrimonio cultural en juego.
Y llegamos finalmente a Benissili, el último pueblo de la ruta. El más elevado de todos, y posiblemente también mi favorito. Benissili perteneció a la cercana Vall d’Alcalà hasta el siglo XIX.
Subiendo unas escaleras, nos adentramos en el corazón del pueblo, llegando hasta el lavador y su fuente anexa, de dos caños.
Me fascinan estas antiguas fuentes y lavadores… ¿a vosotros no?
Salimos del pueblo en busca de la última fuente de la ruta: La Font de la Mata. Podemos continuar por la carretera, o bien tomar una senda (bastante mal señalizada, por cierto) que pasa junto al Despoblat de la Solaneta.
Alcanzamos la Font de la Mata, donde nuevamente aprovechamos para refrescarnos con sus gélidas aguas (sí, incluso en verano) y comer algo a la sombra de los chopos. Prueba superada, hemos completado la ruta!
Hasta aquí, han sido unos 16 kilómetros. Ahora tenemos que regresar a Benirrama. Una buena opción puede ser dejar un coche en este punto al empezar el día.
Caminando de vuelta hacia Benissili, encontramos nuevos rincones que no dejan de sorprendernos. Al fondo de la foto inferior podemos apreciar el Castell de Benissili, custodiando la entrada al valle desde las alturas.
Y aquí, junto a la carretera, el rumor del agua me lleva a descubrir una nueva fuente con la que no contaba. ¿la Font Vella de Benissili? Podría ser, no estoy seguro. En cualquier caso, me parece tan cautivadora como todas las otras.
De vuelta en Benirrama, aprovechando las últimas horas del día, decido recorrer el principio de la ruta, que en un primer momento había descartado. Llego así a la Font de Benimarsoc, donde el agua nace en una cueva. Impresionante, parece que este día no va a dejar de sorprenderme.
Y por último, aunque debería ser la primera, llegamos a la Font de la Mata de Benirrama, el verdadero punto de comienzo de esta ruta.
Y ya que estamos al principio, creo que es hora de que la recorráis por vosotros mismos… ¿a qué esperáis? Os prometo que no os defraudará.
BY FERNANDO PRIETO • JUL 20, 2010 •ORIGEN DEL ARTICULO: http://www.linkalicante.com/ruta-8-pueblos-vall-gallinera-fotos-parte1/
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